La reforma del art. 510 del Código Penal ha venido a impedir cualquier atisbo de crítica política, social o religiosa contra un grupo, una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquél, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad.
A partír de ahora se incurre en delito si alguien perteneciente a un grupo considera lesionada su dignidad por entender que la crítica le menosprecia o humilla, algo tan sujetivo que será difícil de evitar. Y esto no sólo si afecta directamente al criticado sino a cualquier otra persona o grupo que considere que indirectamente también le afecta.
Si consideramos que la crítica es siempre molesta e inconveniente para el criticado, dado que se trata de juzgar y reprobar hechos poco loables y no de elogiarlos, hay que contar con que todo el que pertenezca a un grupo y sea criticado –cualquiera que sea la crítica– puede sentirse afectado por ella y recurrir al citado artículo 510, así que un blog como este estaría permanentemente amenazado.
Pero hay que saber sacar partido de la adversidad.
Ha nacido un nuevo blog –cuya entrada en vigor les anunciaré desde aquí– donde en lugar de tener enfrente como una amenaza al artículo 510, se apoyará en dicho texto legal para poner de evidencia todo aquello que presuntamente situa en el delito –conforme las estipulaciones del articulado– a quienes creían haberse puesto a salvo de las críticas con una reforma del Código Penal que al parecer pretendía impedir “hablar mal del islam”, por ejemplo.
A partír de la próxima semana, por aquí desfilarán los versículos del Corán que incitan a la violencia y al odio contra los cristianos. Recopilaremos las incitaciones al odio del entorno etarra contra los españoles, incluyendo los escritos de Sabino Arana; reuniremos los menosprecios, humillaciones y la siembra del odio contra España por parte del separatismo catalán, sin olvidar las declaraciones de Jordi Pujol contra los andaluces y compilaremos las declaraciones de políticos y gentuza diversa de la izquierda contra los españoles de derechas, sin olvidar el menosprecio de Pablo Iglesias hacia “los pijos”, hasta crear una variada hemeroteca de presuntos delincuentes que infringen el artículo 510 del Código Penal español.
Los lectores podrán hacer sus aportaciones de forma anónima y conservando su privacidad para lo cual pongo a su disposición algunos sencillos “anonimizadores” e instrucciones.
Como debe ser, el artículo 510 protegerá a la gente de bien contra quienes buscaban impunidad y ahora pasarán a ser infractores del Código Penal. Ya no voy a criticarlos, ahora voy a poner de evidencia, con la Ley en la mano, el verdadero carácter de unos y otros.
A Mariano le dediqué un “Mariano, la cagaste!”
A estos les dedico un “Os vais a cagar!”
Con perdón.
A partír de ahora se incurre en delito si alguien perteneciente a un grupo considera lesionada su dignidad por entender que la crítica le menosprecia o humilla, algo tan sujetivo que será difícil de evitar. Y esto no sólo si afecta directamente al criticado sino a cualquier otra persona o grupo que considere que indirectamente también le afecta.
Si consideramos que la crítica es siempre molesta e inconveniente para el criticado, dado que se trata de juzgar y reprobar hechos poco loables y no de elogiarlos, hay que contar con que todo el que pertenezca a un grupo y sea criticado –cualquiera que sea la crítica– puede sentirse afectado por ella y recurrir al citado artículo 510, así que un blog como este estaría permanentemente amenazado.
Pero hay que saber sacar partido de la adversidad.
Ha nacido un nuevo blog –cuya entrada en vigor les anunciaré desde aquí– donde en lugar de tener enfrente como una amenaza al artículo 510, se apoyará en dicho texto legal para poner de evidencia todo aquello que presuntamente situa en el delito –conforme las estipulaciones del articulado– a quienes creían haberse puesto a salvo de las críticas con una reforma del Código Penal que al parecer pretendía impedir “hablar mal del islam”, por ejemplo.
A partír de la próxima semana, por aquí desfilarán los versículos del Corán que incitan a la violencia y al odio contra los cristianos. Recopilaremos las incitaciones al odio del entorno etarra contra los españoles, incluyendo los escritos de Sabino Arana; reuniremos los menosprecios, humillaciones y la siembra del odio contra España por parte del separatismo catalán, sin olvidar las declaraciones de Jordi Pujol contra los andaluces y compilaremos las declaraciones de políticos y gentuza diversa de la izquierda contra los españoles de derechas, sin olvidar el menosprecio de Pablo Iglesias hacia “los pijos”, hasta crear una variada hemeroteca de presuntos delincuentes que infringen el artículo 510 del Código Penal español.
Los lectores podrán hacer sus aportaciones de forma anónima y conservando su privacidad para lo cual pongo a su disposición algunos sencillos “anonimizadores” e instrucciones.
Como debe ser, el artículo 510 protegerá a la gente de bien contra quienes buscaban impunidad y ahora pasarán a ser infractores del Código Penal. Ya no voy a criticarlos, ahora voy a poner de evidencia, con la Ley en la mano, el verdadero carácter de unos y otros.
A Mariano le dediqué un “Mariano, la cagaste!”
A estos les dedico un “Os vais a cagar!”
Con perdón.
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